Praga, la ciudad mágica, es el lugar de encuentro entre Kafka y Einstein acontecido durante una de las famosas veladas organizadas por Berta Fanta, que reunían y entretenían a la intelectualidad de la época (1911). La propuesta de Franz & Albert es que ambos personajes confluyen fortuitamente en el balcón de esta casa señorial mientras, de fondo, se oyen las melodías que amenizan la reunión del interior. Los diálogos del texto de Diament ponen en juego lo que uno y otro piensan sobre una variedad de temas, como la proximidad de la guerra, el judaísmo, el desarrollo tecnológico y la posible destrucción que implicaría la bomba atómica.

 

 El oscuro y genial Kafka de Miguel Sorrentino, receloso y paranoico, se define por contraste con un Einstein (Julián Mercove) distendido y bonachón, que disfruta del entorno mucho más que su asustadizo interlocutor, inseguro e inédito, que carga con pesadas dudas acerca de la naturaleza humana y la posibilidad de una justicia verdadera. Al checo se lo muestra torturado por los recuerdos de su padre, y pesimista acerca del futuro. Como contrapartida, el Einstein de Mercove se siente exitoso y optimista con respecto a la sociedad naciente del progreso y la ciencia, así como fascinado por las maravillas del universo que se extiende sobre sus cabezas: es alguien que se atreve a los trucos de magia y puede ensayar pasos de baile con gracia y soltura.

 La puesta de Daniel Marcove despliega una lograda escenografía que, de manera acertada, genera la ilusión de una amplia terraza de época gracias al juego de sillones de exterior, una baranda que la circunda, el piso en damero y una gran puerta balcón iluminada desde el fondo. La música de los últimos compases de la orquesta, que interrumpe el diálogo de tanto en tanto, es un eficaz separador de escenas, y crea el “aire” necesario para la decantación de los diálogos. Por otra parte, la tenue iluminación que acentúa la nocturnidad colabora eficazmente para conseguir el clima íntimo que requiere la pieza. El vestuario también contribuye como marcador de un estilo de época.

 A sala llena, Franz & Albert logra entretener y captar la atención del auditorio durante 120 minutos y, al mismo tiempo, ilustra a los escasos “despistados” que aún podrían quedar entre el público acerca de las teorías y los pensamientos de dos grandes íconos de la cultura universal. La pieza incita a la reflexión, la emoción y la risa, y logra pasar con éxito el desafío de poner en escena ideas y personajes que a menudo deben sortear los obstáculos del cliché y el prejuicio.

 Franz & Albert. Autoría de Mario Diament. Dirección de Daniel Marcove. Con Miguel Sorrentino y Julián Marcove. En El Tinglado Teatro, Mario Bravo 948, Capital Federal, Buenos Aires, Argentina. Funciones: sábados 20.30 horas y domingos 20.15 horas. Localidades: $ 200.

Por Olivia Avila (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.), PCA CS, Junio 2015.

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