Sobre una idea original de Juan Damián Benitez, los jóvenes músicos, actores y cantantes Cristian Vivaldi y Gabriel D. Lima como co-autores, acaban de estrenar en el teatro del Globo la obra Amante del Silencio, un musical lírico que se halla en línea con grandes obras musicales de todos los tiempos como Los Miserables  y el famoso Fantasma de la Opera, sin dejar de lado el celebradísimo y muy argentino, Drácula

¿Cuales son los atributos que han hecho de esas obras piezas inolvidables que el público no se cansa de ver? Sin lugar a dudas son los temas que actualizan, aquellos con los que los espectadores pueden empatizar desde lo emocional, pero sobre todo atemporales; temas como el amor, la verdad y la justicia, grandes valores cuyo triunfo han celebrado las audiencias desde tiempos inmemoriales.  

En Amante del Silencio también se trata el tema del amor, pero su originalidad reside en que este es un amor no convencional, lejos de los enamoramientos clásicos y previsibles, aquí el apasionamiento se genera entre tinieblas y locura.  Matías Acosta (Mateo) compone a un antihéroe sensible y enajenado que evoca a los personajes del Sturm und Drang (en alemán: tormenta e ímpetu), un movimiento literario, musical y de las artes visuales que se desarrolló durante el siglo XVIII, y es antecesor del Romanticismo.

A su lado, Rocío Cravero encarna de manera convincente a Sirena dueña de una voz y una belleza magnéticas que utiliza eficazmente para seducir a Mateo, pero que sin embargo debe ceder algo de su poder para disfrutar de un instante de humanidad.  Flor Pena es Gitana, pieza fundamental de la trama, por ser el hilo conductor de las tragedias que aguardan a los personajes. Con solidez profesional,  Cravero resulta ominosa y distante, así como Daniela Rubiatti es una muy verosímil Brisa, una joven sencilla y enamorada, cuya credulidad la lleva a tomar una triste decisión.    

Desde lo musical el Sturm un Drang se caracterizó por querer transmitir al espectador sensaciones de depresión y angustia, de apasionamientos graves, marcados por la agresividad.  Una referencia a esto puede hallarse en las bellas y melancólicas melodías atonales creadas por Cristian Vivaldi, que cuenta a su vez con la dirección vocal de Gabriel D. Lima.  Las coreografías de Juan D. Benitez permiten el lucimiento de un ensamble de impecable desempeño y en lo actoral sobresalen Lucía Smith como la Madre y Kevin Klahr como el Sacerdote

                                  

El diseño de escenografía de Tamara Bur y Agustín Lopez Travaglio, que cita acertadamente a las construcciones medievales (empalizadas de madera y puentes levadizos) es versátil ya que permite ver en altura el cuarto donde Mateo sufre y sueña, para continuar en una rampa que a medio camino se transforma en un balcón mirador y luego desciende hasta el piso del escenario. Una mesa y sillas a un costado completan el espacio escénico. 

El vestuario también diseñado por Bur y Travaglio es otro gran acierto: los tonos oscuros y apagados de los encajes y sedas en los vestidos de Sirena, Gitana y la Madre contrastan con el blanco que viste la angelical Brisa en tanto remiten eficazmente a las vestimentas femeninas del siglo XVII, mientras que el ensamble lleva prendas que - de manera contemporánea- aluden al campesinado medieval, apoyado de manera adecuada por peinados y maquillaje, todo en consonancia con el tono general de la puesta que brinda la iluminación de Marcelo Sycz.  Ésta cobra una vital importancia al lograr que en el espacio escénico cubierto por una espesa neblina se genere el efecto de penumbras fantasmales teñidas en tonos de azul y verde.   

En suma, Amante del Silencio es fiel a la tradición del teatro como lugar de ilusiones donde tiene lugar una magia que no es tal, sino el compromiso y el trabajo esforzado de técnicos, diseñadores y actores dirigidos para la ocasión por Juan Damián Benitez, un novel director que logra el resultado de un experto, y la excelente labor de Noelia Perizzotti en la dirección actoral.  Juntos transportan al espectador a otra era y otra realidad, pero también le devuelven una mirada reflexiva, amplificada, en este caso sobre el ser diferente, sea poeta o demente; el amor como motor creador o pasión enfermiza y la muerte como posibilidad permanente.   

 

Ficha técnico artística

Autor: Juan Damian Benitez.  Actúan: Matías Acosta, Jonathan Agostinelli, Matias Aragunde, Facundo Cano, Sebastian Carranza, Rocío Cravero, Andrea Dominghini, Kevin Klahr, Matías Leonetti, Flor Pena, Camila Rodríguez, Daniela Rubiatti, Carla Saggese, Lucía Smith, Lola Varez, Candela Belèn Zubeldia. Vestuario y Escenografía: Tamara Bur, Agustín Travaglio; Iluminación: Marcelo Sycz. Música original: Gabriel D. Lima, Cristian Vivaldi; Diseño gráfico:Wilfredo Parra; Dirección vocal:Gabriel D. Lima; Dirección de actores: Noelia Perizzotti. Dirección: Juan Damian Benitez.  En TEATRO DEL GLOBO. Marcelo T. de Alvear 1155 Capital Federal - Buenos Aires – Argentina. Teléfonos: 4816-3307. Entradas desde: $ 180,00 – Viernes y Sábados - 21:30 hs - Hasta el 26/08/2016. Miércoles - 21:30 hs – Hasta el 31/08/2016

 

Por Olivia Avila - Agosto 2016