Dado el clima intimista que genera la sala del Maipo Kabaret al presenciar Cita a ciegas se podría uno imaginar que se encuentra en un reducido estudio de TV en Los Ángeles, asistiendo al desarrollo de una de las tantas sitcoms o comedias estadounidenses que se transmiten también por los canales de cable local.  Muchas de esas comedias se graban con el público presente, frente a la escenografía y los actores, lo que da un toque de autenticidad a la celebración de los diálogos, retruques y remates que  disparan los protagonistas. 

Es que Austin Winsberg , el autor de Cita a ciegas (First date en su versión original en Inglés), posee amplia experiencia como escritor para series televisivas, siendo uno de sus mayores éxitos Gossip Girl, quizás la comedia de su autoría más conocida en nuestro país.  Por lo tanto, su visión para la puesta con la que hizo su debut en Broadway es, efectivamente, la del desarrollo de un capítulo en las vidas de dos jóvenes que se lleva a cabo en tiempo real.  

La adaptación para nuestro medio que realizó Marcelo Kotliar resulta más que efectiva y junto con la experimentada dirección de Sebastian Prada,  permite que se mantenga el tiempo real durante el cual, con tono agridulce, Ari (Mariano Zito) y Cami (Lucía Mundstock) intercambian frases ingeniosas y juegos de palabras de manera fluida, dándole a la pieza el ritmo adecuado, que solo se ve alterado hacia el final, cuando el epílogo parece estirarse de manera innecesaria.  

La original puesta del musical, intercala canto y coreografía oportunamente, sin quebrar el hilo dramático que se origina a partir del encuentro de ambos protagonistas en un bar. La única escenografía dispuesta por Vanesa Abramovich genera un espacio colorido y actual, con marcado acento del pop y el comic, donde el mobiliario es una mesa, dos sillas, y una nutrida barra de bebidas al fondo.  Allí transcurre el encuentro poblado de desencuentros entre un simpático metrosexual que no tiene inconvenientes en declararse amante de las ensaladas, y una carnívora, irónica y desilusionada del amor, que se muestra agresiva para ocultar su miedo a sufrir una vez más.  

 

Así planteadas las cosas todo indicaría que se trata de una historia de amor más.  Sin embargo, el acierto y la clave del éxito de la obra, es la frescura y el dinamismo que le otorga la presencia intermitente en escena de quienes conforman el círculo íntimo de Ari y Cami, que en apariencia solo pueden ser vistos y escuchados por ellos.  Este artilugio permite que el espectador conozca y se divierta no solo con las fantasías que despiertan en los protagonistas la evocación de la ex novia de Ari (Laura Montini), el siempre bien intencionado mejor amigo con sus consejos machistas sobre las relaciones amorosas (Lucas Gentili), la Celestina hermana de Cami (Micaela Pierani)  y hasta una abuela judía y muy ortodoxa.  

 Aunque todo el ensamble compone ajustadas piezas de un engranaje sumamente efectivo, una mención aparte merece el excelente comediante, cantante y bailarín  Mariano Condoluci que ya tiene acostumbrado al público a sobresalientes performances (http://tacitabuenosaires.com.ar/criticas/82-que-tiempos-aquellos-sobre-smokey-joe-s-cafe.html).  En esta ocasión compone un personaje hilarante, con elementos del grotesco y del clown, dando vida al amigo gay de Cami, que es el encargado de rescatarla de su cita a ciegas, si la ocasión así lo requiriese.  El otro pilar actoral sobre el que se apoya la pieza es la destacable presencia del experimentado Ignacio de Santis componiendo a un mozo que a la vez recuerda a los legendarios maestros de ceremonias a lo Joel Gray en Cabaret y que es el encargado de conducir al espectador a través de la historia mediante la narración, la canción y los pasos de baile.  

 

La ampliación del espacio escénico al que generalmente ocupa el público es otro acierto de la puesta local, de difícil factura en un teatro convencional, pero adecuado dentro del mínimo espacio que ofrece el Maipo Kabaret.  Allí, es posible que la hermana de Cami o el mejor amigo de Ari queden a la vista de todos cuando se levantan de las sillas entre la audiencia para dialogar con ellos, o que al conjuro de su nombre, la ex de Ari aparezca y desaparezca entre los pesados cortinados de terciopelo rojo desde un costado de la sala.  En este sentido, el manejo de los efectos lumínicos resulta esencial.  

Ninguno de los tics de las relaciones amorosas de la posmodernidad se queda afuera en Cita a ciegas, ni el miedo al compromiso, el “histeriqueo”, la omnipresencia de los celulares, y la verborragia psicoanalítica.  Imprescindible entonces no perderse este musical original y diferente, aire fresco para la escena musical.  

 

Ficha técnico-artística

Autor: Austin Winsberg. Adaptación: Marcelo Kotliar. Con: Mariano Condoluci, Ignacio De Santis, Lucas Gentili, Laura Montini, Lucía Mundstock, Micaela Pierani y Mariano Zito. Banda: Mariano Cantarini (guitarra), Maximiliano Cataldi (batería), Federico Fernández (bajo) y Tomás Horenstein (piano). Música original: Alan Zachary y Michael Weiner. Adaptación musical: Tomás Mayer Wolf- Dirección vocal: Vicky Loescher. Dirección musical: Mariano Cantarini. Coreografías: Micaela Pierani. Diseño gráfico: Luciano Rodofili y Igor Cugat. Diseño de video: Ignacio Yuba y Mariano Yuba. Vestuario: Agostina Trimboli- Maquillaje: Vero Fox. Fotografía: Fernández Fuentes. Asistencia de Coordinación: Tamara Bur. Dirección de Coordinación: Laura Glezer, Agostina Trimboli y Sebas Rojas. Dirección general: Sebastian Prada. En Teatro Maipo Kabaret. Esmeralda 443 C.A.B.A. Funciones: Viernes, sábados y domingos a las 20:45 hs. Duración: 1 hora y media. Precio de las entradas: $200 a $400-. https://www.plateanet.com/Obras/cita-a-ciegas---el-musical-mas-divertido

 

Por Olivia Avila - Septiembre de 2016