“ESTEROS” (Argentina, 2016)

Dirección: Papu Curotto.

Guión: Andi Nachón. 

Intérpretes principales: Ignacio Rogers, Esteban Masturini, Renata Calmon, María Merlino, Marcelo Subioto, Mariana Martinez, Pablo Cura, Joaquin Parada,Blas Finardi Niz.

Productor: Santiago Podestá.

Fotografía: Eric Elizondo.

Edición: Luz Lopez Mañe.

 

“Esteros” nos pasea por un camino de lugares comunes e imágenes reconocibles dentro del cine de su género; sin embargo, es única.

La destreza en la dirección, la exactitud del guión, y la actuación de sus cuatro actores principales (los dos  niños y los jóvenes); confluyen para que la narración se desarrolle de manera fluida y eficaz.

Matías y Jerónimo son amigos de la infancia en la pequeña ciudad de Paso de los Libres; suelen compartir los veranos en la chacra de los padres de Jerónimo donde la naturaleza parece tan joven y virginal como ellos. Paseos por los esteros, corridas, bailes y películas son parte del ritual diario.

Al despertar de la adolescencia, casi sin saberlo, están enamorados el uno del otro.

Por razones laborales la familia de Matías se muda a Brasil, truncando la relación entre los amigos.

Pasan más de diez años y Matías regresa a los festejos de carnavales en su vieja ciudad natal.

En la superficie Matías es casi un señor prolijo, profesional, en buena situación económica, al que lo acompaña una novia muy bonita y un bagaje de mandatos y condicionamientos que su padre le impuso, y a los que él responde.

El destino hará que los viejos amigos se reencuentren y que lentamente vayan pasando de un primer trato casi indiferente a un sinceramiento difícil, trabado por el tiempo transcurrido y por la capa de barnices que han recibido los sentimientos aún latentes.

Vuelven a la chacra y pasan el día y la noche juntos. Matías lucha contra sí mismo y lo que siente, en este punto Jerónimo siempre tuvo la certeza de seguir amándolo, pero también se debate ante la entrega a alguien que parece tener toda su vida muy resuelta del otro lado de la frontera.

Finalmente durante la noche se aman, quedando para la mañana siguiente el desenlace que cambiará el rumbo de sus vidas.

 

Gabriel Smaniotto.-