Foto: Alberto Ajaka y Ana Yovino TNC

Resulta altamente interesante asistir por primera vez  a una puesta sobre un personaje mítico de la cultura nacional, tan poco tratado en la actualidad teatral de Buenos Aires que motiva un gran interés: el Juan Moreira (una novela de Eduardo Gutierrez de 1884), versión y dirección de Claudio Gallardou sobre la puesta original de José Podestá de 1891.  

 Y el interés se acrecienta porque no se trata de un estreno cualquiera, sino el de una pieza fundacional del teatro rioplatense, nacida como “mimodrama” y representada nada menos que en el circo criollo.  Desde su aparición en escena con José Podestá en el protagónico, no quedan dudas de que se ha constituido obra emblemática del teatro argentino, llevada al cine en varias oportunidades, hasta culminar con la versión dirigida por Leonardo Favio en 1973,  que fuera vista en su momento por más de tres millones de espectadores.  

La versión que presenta el Teatro Nacional Cervantes en estos días, intenta por una parte serle fiel (lo más fiel posible, podría decirse) al texto original de Podestá, y por otra parte incorpora elementos retóricos actuales, multimedia en forma de proyecciones sobre el fondo de la escena, quizás a modo de homenaje al cine de Favio,  ya que la cita a su estética tan particular es insoslayable.  

Además, colaboran para que este aggiornamiento cobre dimensión, la coreografía de Oscar Araiz, junto con la escenografía que en ciertos momentos recuerda a los paisajes desolados de Hopper, solo que pintados en la pampa argentina,  y la iluminación que acentúa (emulando al reflector circense) la presencia de cada uno de los personajes, a la vez que marca adecuadamente los pasajes de escena.  

Mención aparte merece la música, ya que se escuchan a lo largo de la pieza, el leitmotiv principal en la voz de Horacio Guaraní, entrañables payadas a cargo de Alejandro Sanz y Juan Concilio, junto al piano y bombo de Andrés Parodi, y hasta un momento de desconcertante cantejondo y fiesta flamenca. 

Las actuación de Alberto Ajaka como Moreira ejemplifica y rinde certero homenaje a la declamación clásica de la poesía, que en el SXIX y principios del XX era notablemente expresiva, con abundancia de mímica y desplazamientos en escena,  recursos que pueden resultar excesivos para la representación vigente hoy, pero que recrea el intento actoral de resaltar el sentimiento y la emoción contenidas en el texto. Pablo Brichta, su antagonista, en cambio, le imprime al personaje de Teniente Alcalde una dimensión humorística, que quizás también resulta un tanto desconcertante dado el contexto. 

Foto: Alberto Ajaka TNC

 

Una crítica del momento del estreno, alrededor de 1891, destacaba que el éxito obtenido por la obra se debía a que el pueblo se veía reflejado en un personaje como Juan Moreira, el circo era el máximo entretenimiento popular de su época, y el actor José Podestá había incorporado las voces y los modales del orillero criollo a la puesta, elementos que aportaban verosimilitud a la dramatización, y que fue lo que celebraron (por novedoso) las audiencias de su tiempo.  

En una entrevista, Gallardou ha dicho que  “Esa versión hablada resultó fundacional para el teatro gauchesco en los circos del Río de la Plata y es la que inspira este espectáculo. Con la intención de reconstruir el clima popular, épico y festivo de aquellas representaciones es que acentuamos el carácter romántico y folletinesco con el que el escritor Eduardo Gutiérrez narra en capítulos esta historia…”  Es de esperar que el público de nuestro tiempo también celebre a un Juan Moreira que no se rinde, y que desde la inmortalidad sigue enfrentando la injusticia, el despojo, la corrupción, el autoritarismo y la violencia en todas sus variantes.   

 

Ficha técnica: Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez, en versión de Claudio Gallardou. Con Alberto Ajaka, Pablo Brichta, Ana Yovino, Lucas Aguirre, Diego Castro, Toti Ciliberto, Juan Concilio, Cutuli, Mario Filgueira, Mónica Lerner, Laura Ortigoza, Andrés Parodi, Mariana Torres, Alejandro Sanz, Roberto Vallejos y un ballet de trece bailarines.  Coreografía de Oscar Aráiz.. Iluminación: Alejandro Leroux. Escenografía y arte: Marcelo Salvioli Vestuario: Mini Zuccheri. Autoría y dirección musical: Federico Mizrahi. Dirección y puesta en escena: Claudio Gallardou.  Duración: 80 minutos. En el Teatro Cervantes. 

Por Olivia Avila - (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.) Octubre de 2015. 

 

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