Marcela Ferradás - Edgardo Moreira - Ana María Castel

Enrique Dumont – Luis Gasloli

Dirección: Marcelo Velázquez

Gran estreno Miércoles 10 de Mayo a las 20:30 hs.

El miércoles 10 de Mayo se estrena la obra “El Padre” de August Strindberg, con las actuaciones de Marcela Ferradás, Edgardo Moreira, Ana María Castel, Enrique Dumont, Luis Gasloli, Denise Gómez Rivero y Santiago Molina Cueli. Diseño y realización de escenografía: Ariel Vaccaro. Diseño y realización de vestuario: Paula Molina. Diseño de iluminación: Alejandro Le Roux. Música original e intérprete en escena: Alejandro Weber. Coreografía: Verónica Litvak. Diseño gráfico: Ruth Miller. Fotografía: Alejandra Villers. Producción ejecutiva: Lucía Asurey. Asistencia de escena: Gonzalo Jalile Luna. Asistencia de dirección: Christian Di Desidero. Dirección general: Marcelo Velázquez.

Las funciones se realizarán todos los miércoles a las 20:30 hs. en el teatro La Carpintería. Jean Jaurés 858, Abasto, CABA. TE: 4961- 5092. Reservas: www.lacarpinteriateatro.com.ar  o www.alternativateatral.com Duración de la obra: 75 min. Entrada general: $220-. Descuento a estudiantes y jubilados.

Síntesis argumental

La historia de El padre se centra en el conflicto de intereses entre Adolfo, ex-capitán del ejército y un científico muy respetado, y su esposa, Laura, quienes no logran ponerse de acuerdo acerca de la educación de Bertha, la hija de ambos. El Capitán prefiere que se traslade a la ciudad y que reciba una educación laica, lo que se opone a los deseos de su mujer. Cuando Laura vislumbra que sus expectativas sobre el futuro de Bertha no serán cumplidas, promueve, en complicidad con los otros personajes, que su marido sea declarado insano para, de ese modo, apoderarse de su capacidad de decisión. Para lograr esto, Laura enciende en el Capitán la duda acerca de su paternidad, idea que carcome su psiquis y que lo llevará a su trágico final.

Texto de presentación:

Strindberg escribió El padre en 1887. Complejo, curioso e inquietante sistema el de finales del siglo XIX. Por un lado, Ibsen, que cuestionó los fundamentos de la sociedad burguesa y se erigió como abanderado del feminismo con sus heroínas Nora, Hedda…. Por el otro, Strindberg y su misoginia, asediado por los fantasmas del derrumbe del patriarcado, la lucha de los sexos en una sociedad en constante cambio, la crisis de la institución matrimonial, la traición y el miedo a la infidelidad, la economía que atraviesa y corroe la vida privada. Y en esa intersección, ciento treinta años después, cuando pareciera que el siglo XX y lo que va de este nuevo siglo han superado esos conflictos, asistimos –a veces trágicamente- a su permanencia, como la rémora de un tiempo que aún no es pasado.