Relato íntimo de un hombre nuevo es una absoluta revelación desde el título: ahí está su protagonista, Lisandro Rodríguez, solo frente al público, mirando a los ojos, contando su vida. Y no hay porqué presumir que no dice la verdad. Relato… es también la primera obra teatral escrita por el hasta ahora actor Martin Slipak, y ha sido seleccionada para ser presentada en el marco de la Bienal Arte Joven Buenos Aires organizada por el Gobierno de la Ciudad.

 

La obra es genéricamente un monólogo, sin micrófonos ni sonidos agregados, y se apoya en la propia voz de su único personaje, que interpela al público directamente. La narración, por momentos caótica y deshilvanada, siempre frenética, narra los acontecimientos que tuvieron (o tienen) lugar durante las vacaciones del protagonista junto a su familia en un resort brasileño del Club Med, un all inclusive. Este desorden de la historia es llevado a escena de un modo aséptico y simétrico, abundante en blancos y negros, luces y sombras, produciendo un muy interesante contraste con el caos interior del personaje.

Por otra parte, los elementos escénicos son los justos: iluminación, vestuario y escenografía han sido reducidos a su mínima expresión para bien de la puesta. La escenografía se compone de cuatro tubos metálicos demarcando un cuadrado en el centro de la escena, con un techo negro, a la manera de un dosel, de donde proviene una luz oculta, blanca, fluorescente. Dentro de este espacio, una banqueta alta (también blanca) constituye el único mobiliario, y desde la pared negra al fondo del escenario, se descuelga una enorme banda blanca a modo de tapiz, que baja hasta el piso, cubriéndolo, hasta el frente del escenario. Los juegos de luces, de blanca a amarilla, a oscuridad total, sostenidos durante grandes bloques de tiempo, marcan las distintas escenas, a la vez que construyen una enunciación fría y precisa, en contraposición a un personaje constantemente desbordado. El vestuario es también minimalista, un traje y una malla de baño tipo sunga.

 El monólogo se desarrolla durante casi una hora, durante la cual la obra se apoya y sostiene en la formidable actuación de Rodríguez que compone un personaje que no parece pedir compasión, comprensión, o disculpas, sino que demanda atención extrema para escuchar su historia. El protagonista, quizás un empresario, yuppie posmoderno, líder de un equipo de ventas, adicto al trabajo, y con un discurso atravesado por los tics del lenguaje corporativo, pasa a ser un hombre angustiado, en crisis ante el hecho de estar unos días en lo que él denomina un “ámbito familiar y abismal”, de vacaciones junto a su mujer, su hija y un amigo invitado por solidaridad. Sufre allí una crisis de abstinencia de la que solo encuentra calma concentrándose y pensando “en sus empleados y en su oficina”. Crisis por encontrarse lejos de su “hábitat natural”, la ciudad y el trabajo. Crisis existencial de un hombre sin nombre, en busca de equilibrio, que vive en una tensión permanente que lo aplasta de modo tal que se arrastra de la playa a la cama, incapaz de comunicarse con el mundo que lo rodea.

 En este sentido, resultan aportes destacados los diálogos en portugués con personajes figurados, así como los momentos en los que el protagonista ensaya una serie de poses, buscando mantenerse en equilibro sobre la banqueta que lo acompaña en el escenario. Así entendemos su vida emocional representada, la que le genera altos grados de tensión nerviosa, para no caer, mantenerse, no desmoronarse. Y es que el “hombre nuevo” carga con más de lo que puede.

 Sin embargo, Relato íntimo intenta también ser una historia de redención, y el protagonista en apariencia logrará, luego de una serie de eventos catárticos, entregar el control y ceder su obsesión por el liderazgo a una fuerza que reconoce finalmente como superior y más poderosa.

 En suma, esta primera pieza de Slipak como dramaturgo y director, constituye una interesante propuesta para la reflexión, pero al mismo tiempo devela una intención que no logra convertirse del todo en realidad. Es de esperar que en el futuro logre trascender ciertos clichés y observaciones un tanto epidérmicas, por más inteligentes o entretenidas que puedan resultar, para entregar una tesis más original y profunda sobre su objeto, sea cual fuere el recorte temático sobre el que decida hacer foco.

 

 Relato íntimo de un hombre nuevo, escrita y dirigida por Martín Slipak. Con Lisandro Rodríguez. En el teatro El Extranjero. Valentín Gómez 3378. Funciones: martes 21.00 hs. Entrada $ 50 y $ 80

 Por Olivia Avila

Publicado en http://artecriticas.com.ar/detalle.php?id=477&c=4

 

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