Atractiva muestra realizada por el Museo de la Ciudad, dependiente de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, con curadoría de Mónica Cavallotti donde pueden apreciarse accesorios femeninos del siglo XX. Visita  hasta el 30 de abril en la sede del Museo,Sala PB Exposiciones Temporarias, ubicada en Defensa 223.Diariamente de 11 a 18hs

 

Coco Chanel argumenta que  La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, con nuestro modo de vida, con lo que está pasando… .Trasladando ese pensamiento al ámbito académico  se puede coincidir con el filósofo Nelson  Goodman cuando sostiene que no es necesario definir lo que es el arte sino cuando hay arte y las condiciones para que un objeto cotidiano sea considerado como una pieza artística (que se expone, quien lo expone y donde se expone).Cuando el interés de una muestra es una prenda, indumentaria o accesorio, el sentido de “arte” se hace aún más fuerte ya que ese objeto produce un tipo de disfrute estético. Concepto que queda en evidencia en la exposición que abre la temporada oficial de exposiciones en el Museo de la Ciudad.

“De los pies a la cabeza” Accesorios femeninos (1900-2000) expone accesorios femeninos desde principios del siglo pasado hasta los últimos años de aquel. Sombreros, zapatos, carteras, guantes y demás accesorios son la materia prima con la cual contó Monica Cavallotti para relatar los cambios notorios que sufre al Argentina en cuanto a moda para no quedar ajena a las principales capitales mundiales y ganarse el mote de “la  Europa de América del Sur”.

Estos objetos, que ganan prestigio más allá de la materialidad propia que genera una utilidad especifica (calzarse, cubrirse, portar, etc.), marcan un status social, una posición económica dentro de la sociedad y ver hoy en día esos elementos icónicos de la femineidad, hace que podamos imaginarnos la elegancia, el nivel y la sofisticación de las damas de clase alta vernácula en las primeras décadas del siglo XX. Con el avance de las décadas y la posibilidad de acceso de dichos accesorios en forma masiva, vemos como en las décadas del 40 y 50 los sombreros adoptan otras formas, desaparecen las plumas y el encaje y los zapatos ganan altura gracias a las plataformas. Las décadas posteriores oscilan entre la innovación de colores y texturas y la vuelta al origen en cuanto diseño, naciendo por ese entonces los grandes diseñadores de moda que expanden su creatividad en los accesorios. Como referencia a los 70 tapas de revista de moda o de actualidad documentan los coloridos estilos de la década en cuanto a calzado, anteojos, vinchas y cinturones, en contraposición la “antimoda” de la cultura hippie. La explosión de colores en los 80 y la reconfirmación del poderío de las grandes marcas y modelos de los 90 cierra una muestra con aroma a recuerdos de épocas esplendorosa  y la puesta en valor de elementos de alto valor creativo y emocional perteneciente al Museo de la Cuidad.

La decisión de realizar una muestra casi despojada de paratextualidad es una de tantas innovaciones de la curaduría de Mónica Cavalotti. Muros y vitrinas blancas con una iluminación casi a giorno, con apenas unos banners que funcionan como un anclaje de época con mínimas referencias a los cambios de las modas según pasan las décadas, y pequeñas apostillas descriptivas acompañando a los objetos expuestos, crean una enunciación particular con  los visitantes. La libertad de circulación que permite la distribución espacial de lo expuesto- con un anclaje temporal marcado- abre un contacto nada estructurado ni dirigido para que quienes visiten la muestra puedan decidir el camino a recorrer dentro de la misma y vincularse, desde el minimalismo referencial, con los accesorios de manera personal, tomándolos como parte de una historia vivida, como recuerdos de haberlos vistos puestos en algún ser querido o simplemente, descubriendo parte importante del acervo cultural del siglo pasado.

De los pies a la cabeza propone una manera amena de ingresar al mundo de las muestras y exposiciones, descubrir parte del patrimonio cultural del museo y recorrer una parte de la ciudad cargada de historia, viejos edificios y lugares emblemáticos. Una salida perfecta que excede el ámbito físico del museo para transformarse en un viaje en el tiempo, en su modas y costumbres y en los accesorios que marcaron tendencia durante el siglo XX.