Comunicamos con profunda tristeza el fallecimiento de Kive Staiff, Director General y Artístico del Teatro San Martín (1971-1973 y 1976-1989) y del Complejo Teatral de Buenos Aires (2000-2010). La dirección y los trabajadores de esta casa despedimos con afecto y agradecimiento a un verdadero militante de la cultura y figura emblemática de nuestro Teatro.

Kive Staiff

Fue Director General y Artístico del Teatro San Martín de Buenos Aires entre 1971 y 1973 y entre 1976 y 1989. Realizó estudios de Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires, pero se dedicó al periodismo cultural: integró las redacciones del diario La Opinión y las revistas Confirmado y Análisis, entre muchas otras. Fue fundador y director de revistas especializadas de teatro como Teatro XX y Teatro. En 1990 se desempeñó como Director del Departamento de Artes de la Representación en la Fundación Banco Patricios. En 1991 fue nombrado Director General de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina, con rango de embajador. En 1996 asumió el cargo de Director General del Teatro Colón de Buenos Aires. Y en 1998 volvió a la dirección del Teatro San Martín, cargo que ocupó hasta 2010, cuando se retiró definitivamente de la función pública. También fue responsable de la programación artística argentina en la Expo Sevilla ´92 y del pabellón argentino en la VII Feria Internacional del Libro de Bogotá (Colombia) y en la feria del libro de Guadalajara (México). Entre muchas distinciones recibidas por su trayectoria se cuenta el título de Oficial de la Orden de las Artes otorgado por el Gobierno de Francia y, en 2016, fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

En 2010, cuando Kive Staiff decidió su retiro definitivo, escribió sobre su paso por la dirección del Teatro San Martín, las líneas que reproducimos a continuación:

“En esta vida, transcurrida la mayor parte en esta ciudad hermosa y desconcertante que es Buenos Aires, tienen para mí un peso extraordinario los recuerdos de mi paso por el Teatro San Martín, donde llegué por mi condición de periodista, secretario de redacción y crítico teatral en el diario La Opinión. Algunos compañeros de este diario, los escritores Juan Gelman y Miguel Briante, el extraordinario Hermenegildo Sabat, los hermanos Juan y Jorge Cedrón, me alentaron a hacerlo.

Vienen a mi mente anécdotas que seguramente sublime artísticamente con el correr del tiempo. El Teatro San Martín es para mí un manojo de sentimientos instalado en mi memoria. Me retrotrae a mi padre, un impagable lector de Sholem Aleijem para su audiencia: hijos, sobrinos, primos, familiares; y un actor espléndido, según creo ahora, que de alguna manera me guió hasta acá.

Entre mis recuerdos aparece el personal del Teatro San Martín, allá por el año 2000, coreando al unísono ante la posibilidad de mi candidatura al puesto de Secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires: “Kive no te vayas, Kive vení, quedate en el teatro y no ‘vamo’ a divertir”.

Rastreando en mi memoria recuerdo también aquel estudiante que lloraba silenciosamente como espectador de una función de Stefano de Discépolo, o aquel arquitecto que ofreció su trabajo gratuito para “devolverle al San Martín” todo lo que el Teatro le entregó desde su adolescencia, o la carta de una ex desaparecida durante la dictadura militar de 1976-83 sobre lo que el Teatro San Martín significó para ella como símbolo de su retorno a la vida. El trabajo en tres etapas diferentes, con grandes aciertos en la mayoría de los espectáculos, pero también algún fracaso antológico, valió la pena.

Y espero que algo de mi paso por el Teatro haya quedado en el alma de los espectadores”.