Alejandro Acobino concibió un cuerpo de obra radiante, destinado a perdurar. Entre sus textos se destacan Continente Viril (2003), Rodando (2007), Hernanito (2010) y Absentha (2010). El estreno de Enobarbomarca su desembarco en un teatro público.

“La vida es como una obra de teatro. No importa cuánto dure, lo importante es prepararle un buen final”, dice Atticus, un esclavo de Séneca, en la primera escena de la obra. Esta intriga político-teatral, escrita en el año 2000 y aun sin estreno, fue pensada para ser interpretada por Osqui Guzmán, quien ahora asume además su dirección. La acción transcurre en la Roma Imperial durante las últimas horas de vida de Nerón, el emperador con veleidades de artista. Con su característico ingenio, Acobino crea un juguete teatral, lírico y narrativo, en el que utiliza la distancia de la historia para dar una mirada corrosiva sobre el poder, el arte, la política y el destino de sus posibles (y, a veces, trágicas) vinculaciones.

 

Esta obra fue seleccionada a partir de la “Convocatoria de proyectos teatrales para programación 2018”. Nominaciones 

Con Manuel Fanego, Pablo Fusco, Leticia González de Lellis, Osqui Guzmán, Javier Lorenzo, Fernando Migueles, Pablo Seijo 

Producción Lucero Margulis, Leandro Fernández

Asistencia de dirección Juan Doumecq, Matías López Stordeur

Música original Tomás Rodríguez

Vestuario Gabriela Aurora Fernández

Escenografía Mariana Tirantte

Dirección Osqui Guzmán

 

TEATRO CERVANTES.- SALA ORESTES CAVIGLIA

DE JUEVES A DOMINGO A LAS 21 HS.

LIBERTAD 815

 

M.B.C.